martes, abril 19, 2005

Habemus Papam

Cuando miro la TV, y toda la muchedumbre encantada con el proceso del conclave, me acuerdo de las muchedumbres italianas que he visto en blanco y negro encantadas con Mussolini, o peor las alemanas encantadas con su lider tan carismático...
Buscar lider, querer ser parte de lo que sería algo histórico, ¿A qué lleva; quien se acordará en veinte años de este conclave? Mejor camino es una orientación personal diferente, y un enque espiritual a algo más cerca de nosotros mismos.
No hay semana santa; todas las semanas lo son. No hay redentor; nunca fue necesario. No habrá juicio final. Nuestra consiencia es nuestro juicio, no final, sino constante, máximo, y único juez. No hay ni pecado original ni trinidad. Solo invenciones humanas, evolucionadas hasta el punto de convertirse en estratagemas diseñados para ser explotadas por aquellos que más provecho saben sacarles, y quienes para ponerse en esa posición my alegremente se adhieren a cualquier sistema aunque este sea patriarca, obsoleto y muy falto de sentido comun.


Algo bueno del Conclave: Considerando que el acto de votar es más que nada un fraude, un acto corrupto, una gran farsa diseñada para engañar las masas haciéndolas creer que ellas también tienen voz, esta elección pontífica debe ser la más honesta del mundo. Por ahí en el Internet oí decir que el proceso Conclave tiene un gran factor en su favor. Todos los electores se conocen, y "La capilla es evacuada y cerrada con llave antes del voto. Nadie se disfraza de cardinal, y se cuela en la Capilla Sistina." (si es que así se llama en español).
Paz
Neonovo